(Por Jorge Barraza Diario El Universo). Copa América de Chile, el Conmebolgate (por derivación, FIFAgate), ‘quintuplete’ del FC Barcelona y ‘nadaplete’ del Real Madrid, Eliminatoria mundialista, polémicas varias… Fue un año cargado 2015. Vale desmenuzarlo en flores y cardos.
* El campeón. Chile. Después de 120 años de su fundación, por fin la Federación Chilena pudo ganar un título oficial: la Copa América organizada en su suelo. Al margen de algunos arbitrajes benignos, ganó bien, fue el mejor equipo, el que acarició el sueño desde el primer partido. Y tuvo algunas individualidades colosales como Marcelo Díaz, Charles Aránguiz, Gary Medel, Claudio Bravo, Eduardo Vargas, Mauricio Isla y, en menor medida, Arturo Vidal y Alexis Sánchez. Pero, ante todo, fue un equipo.
* El campeonísimo. El FC Barcelona, ganador de la Liga española, la Copa del Rey, la Champions League, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. Una proeza, porque además de sus rivales enfrenta a su peor enemigo: el calendario. Siempre, entre abril y mayo anteriores, se le amontonan alrededor de 20 partidos, todos decisivos. La mayoría flaquea por eso. Más allá de todo está su juego, ese regalo para la vista de los amantes del fútbol. El mejor equipo de la historia, porque además lo logra en un tiempo más difícil: el actual.
* La decepción. El Real Madrid. Sigue acaparando cuanta estrella surge en el firmamento futbolístico, pero aun así quedó pelado de títulos. Por ello los hinchas rivales se mofan diciendo que ganó el ‘nadaplete’.
* La reivindicación. De Luis Suárez, el extraordinario delantero uruguayo (sin duda el mejor futbolista charrúa de todos los tiempos, sea campeón del mundo o no). En 2014 quedó estigmatizado como el gran villano del fútbol mundial. En 2015 se vio en su esplendor a un fantástico matador del área, de arriba, de abajo, mano a mano o contra tres, tocando o contragolpeando. Peleador callejero, jugador de equipo, magnífico compañero, ganador mil por mil. La última desgracia del Real Madrid: que además el Barsa contratara a Suárez.
* El crack Miler Bolaños. Tricampeón nacional con Emelec y goleador del torneo, también de la Copa Sudamericana, figura de la Libertadores, debutante en la Selección ecuatoriana y ya referente del equipo en la Copa América y en la Eliminatoria. Tiene una similitud con Lionel Messi: hace jugar a todos y además convierte. En la encuesta del diario El País para el Futbolista de América, nuestro voto fue para él. Sin pensarlo.
* El genio. Messi. Tuvo una temporada –la 2014-2015– como no le recordamos a otro futbolista. Excepcional en 45 o 50 partidos. Está todo dicho de Leo, pero vale remarcar dos tópicos: 1) su doble faceta de creador y artillero. 2) el haber inventado una corriente futbolística: los zurdos como punteros derechos. Ya hay varios.
* LA MSN. El inaguantable tridente de ataque que armó el Barca con Messi, Suárez y Neymar. Más sorprendente que su juego incluso es la comunión entre ellos, dentro y fuera del campo. Se ríen, se abrazan, se felicitan, se buscan en el campo, se dejan los penales, los tiros libres. Egoísmo y vedetismo cero. Neymar y Suárez tuvieron la suerte –o el olfato– de caer en el club justo. Si siguen juntos cuatro o cinco años más van a marcar época.
* El récord. El de Robert Lewandowski, del Bayern Munich: haber convertido cinco goles en nueve minutos es algo tan fabuloso que si se hubiese producido hace 60 años hasta se hubieran escrito libros. Ahora pasó rápido porque una noticia tapa inmediatamente a la otra.
* La sorpresa. La Eliminatoria cerró su primera fase con Ecuador puntero, invicto, con puntaje ideal y un fútbol que unió lo bello a lo útil, el funcionamiento al atrevimiento. Bien por el técnico Gustavo Quinteros y los jugadores.
* El milagro. Tres: 1) Sport Boys campeón de Bolivia en su tercer año en primera división. 2) Cobresal campeón en Chile bajo circunstancias excepcionalmente adversas. (ambos con DT argentinos: Leeb en Boys, Giovagnoli en Cobresal). Y el Leicester puntero de la Liga Inglesa al cabo de la primera rueda.
* El gesto. Gonzalo Jara tuvo una actitud horrible hacia Édinson Cavani en el Chile-Uruguay de la Copa América. Ya todos sabemos cuál fue. Agravado porque además logró que expulsaran a Cavani. Pero Jara tuvo las agallas de ir luego a Uruguay a jugar por la Eliminatoria, donde un país entero lo esperaba con el cuchillo entre los dientes. Y se la bancó como hombre. Y al final le pidió disculpas a Cavani. Lo del uruguayo fue enorme, lo buscaron mil periodistas para que hablara pestes de Jara y nunca se dobló, siempre dijo lo mismo: “Ya está, ya pasó, no le guardo rencor”. Y lo demostró en el juego de Montevideo. No le pasó ninguna factura. Muy noble.
* El adiós. A Blatter y Platini. El suizo, después de 40 años en el timón del fútbol. Platini después de una carrera impecable como jugador, entrenador y dirigente. Triste, salieron por la puerta de atrás.
* La indignación. Enterarnos por el FBI de los cientos de millones de dólares que se robaron los directivos de la Conmebol. En función de las declaraciones de los “arrepentidos”, la fiscalía norteamericana estimó las coimas en $ 200 millones. Pero el dinero que dejó de ingresar por la comercialización de los torneos desde 2000 a 2015 se calcula que ronda los $ 1.500 millones. Eso, que debía ir a clubes y jugadores, se perdió y no se recupera más.
* El cálculo. Tomamos un club como parámetro, el Bolívar de La Paz, que participó desde 2000 en doce copas Libertadores y siete Sudamericanas. Por las coimas y la malversación le escamotearon alrededor de $ 12 millones. Canallesco.
* La rabia. Leer declaraciones de directivos de Conmebol según las cuales “Juan Ángel Napout no va a Chile porque está trabajando a brazo partido para juntar los $ 10 millones de los premios de la Copa América”. Para esos misérrimos premios no había, pero al caer preso Napout inmediatamente se comprometió a pagar $ 20 millones de fianza. Él solo.
* La frase. “Comparar a la FIFA con la Mafia es casi un insulto a la Mafia”, señaló el 16 de julio el congresista norteamericano Richard Blumenthal, durante una sesión del Senado estadounidense. Y lo explicó: “La corrupción de esta organización nunca ha sido tan descarada, obvia y arrogante como la que hemos conocido ahora en el ente que rige el fútbol mundial”.
* El premio. Por todo ello, proponemos a Loretta Lynch para un simbólico Balón de Oro 2015. Con su decisión y voluntad, la fiscal general estadounidense ha contribuido tanto al fútbol desde un estrado como Messi desde el césped. Destapó una olla fenomenal. Para ella, solo admiración y gratitud. (D)