Con sobra de merecimientos Emelec inscribió su nombre en los octavos de final de la Copa Libertadores de América tras derrotar sin atenuantes a la U de Chile en el Capwell.
Nuevamente Miller Bolaños puso su firma en dos ocasiones, convirtiéndose la figura de un equipo que mostró volumen de juego, tanto ofensiva como defensivamente, ratificando que fue largo muy superior futbolísticamente.
Y si bien el marcador terminó 2-0, las ocasiones de anotar fueron muchas, por la presión que ejerció el bicampeón ecuatoriano en la marca y luego generando fútbol en ataque, casi haciendo imposible la reacción del cuadro chileno.
Emelec fue un equipo rápido, jugando a uno o dos toques y con la pelota en el piso, aprovechando ambos costados por donde llegó con salidas seguras y efectivas. Y en donde Bolaños aprovechó el movimiento de sus compañeros para volver a generar jugadas de mucho peligro.
En el mediocampo nuevamente Gaibor puso el equilibrio, apoyado de un Pedro Quiñónez efectivo en la marca y un Fernando Giménez incansable, que va y viene, quitando pelotas rápidamente y sin dejar expuesta a una defensa que, más allá de un par de jugadas fortuitas que pusieron en aprietos a Dreer, se muestra más segura.
En ataque la presencia de Escalada, si bien se perdió un par de goles, no deja de ser importante… El ‘Toro’ fue coautor de los dos tantos de Bolaños y puso un par más, una para Mondaini que perdió solo ante el golero chileno y otra para Mena que tampoco pudo definir con acierto.
Emelec ganó muy bien, gustando y mostrando equilibrio en sus líneas. Faltó meterla, pero seguramente el gol llegará, porque hay elementos, hoy estuvo Escalada, mañana Herrera; sigue Miller enchufado y Mena siempre será peligroso.